Puede causarnos náuseas, gases, retortijones, diarrea, fatiga, dolores de cabeza... y en niños, incluso problemas de desarrollo y crecimiento.
Las intolerancias alimentarias más frecuentes son: a la lactosa (que puede afectar al 30 % de la población) y al gluten (lo que se conoce como enfermedad celiaca), pero hay personas intolerantes a todo tipo de alimentos y su número parece que no para de aumentar.
Se desconoce exactamente qué puede producirlas. Algunos estudios señalan que el uso excesivo del Diclorofenol, compuesto químico usado en pesticidas, podría estar vinculado a su aumento. El abuso de antibióticos que dañan nuestra flora intestinal, así como la predisposición genética, también son claves en el desarrollo de intolerancias.
- No te autodiagnostiques: Muchas personas perciben que algo no les sienta bien y lo eliminan drásticamente de su dieta, lo que puede ocasionar otros problemas y carencias. Acude a un médico especializado que te realice las pruebas necesarias para detectar exactamente a qué padeces una intolerancia y en qué grado. También debe realizar un seguimiento, porque existen intolerancias que pueden revertirse.
- Sigue la dieta recomendada por el especialista. Una vez que se ha comprobado que efectivamente padeces intolerancia a un alimento debes eliminarlo de tu dieta (al menos mientras perdure la intolerancia) y sustituirlo por otro que tena propiedades parecidas conforme a la dieta que te recomiende el especialista.
- Cuida tu flora intestinal. El daño producido en nuestra microbiota intestinal por los antibióticos (que pueden acabar con las bacterias beneficiosas para nuestra digestión) o una mala alimentación nos impiden digerir bien los alimentos y están detrás de muchas intolerancias alimentarias. Este tipo de intolerancias son las más sencillas de revertir mediante una buena alimentación y el uso de probióticos.
- Atento a las etiquetas. Hay alimentos preparados (e incluso medicamentos) que incluyen, por ejemplo, leche o gluten, aunque las recetas tradicionales no los tengan. Las "trazas" suelen ser el verdadero problema para las personas intolerantes, por eso es importante cocinar para ellos por separado y con diferentes utensilios de cocina.