Esta nutricionista te enseña a reconocer una dieta milagro y los "síntomas comunes" de que no va a funcionar
Dietas que marquen un "peso ideal" o que sustituyan alguna comida con productos como batidos o barritas no resultan ni beneficiosas ni saludables.
Las dietas milagro suelen prometer una rápida pérdida de peso a través de métodos extremos, que incluyen restricciones severas de ciertos alimentos o grupos alimenticios y la promoción de productos sustitutos como batidos y barritas.
Aunque pueden parecer una solución tentadora para quienes buscan resultados rápidos, estas dietas a menudo conllevan un desequilibrio nutricional significativo.
"Los síntomas comunes incluyen cansancio, irritabilidad, ansiedad y una mala relación con la alimentación", señala la nutricionista Sonia Torres.
"Si se inician en fases tempranas como la adolescencia, estas prácticas pueden desencadenar trastornos del comportamiento alimentario o perpetuar una cultura de dieta restrictiva y prohibitiva a lo largo de la vida", añade la especialista de Grupo Policlínica Ibiza.
Signos de alerta de las dietas milagro
Para reconocer cuándo nos enfrentamos a una dieta milagro, la nutricionista señala los rasgos más característicos que nos deben poner en alerta:
- Promesas de pérdidas de peso elevadas en un corto período de tiempo.
- Profesionales (o no) que garantizan cuánto peso se perderá en una semana o que determinan un "peso ideal".
- Dietas de "fotocopia" que no se adaptan a las necesidades individuales.
- Uso de personas famosas para promover resultados positivos.
- Testimonios de personas que han realizado la dieta para dar credibilidad.
- Resultados no basados en estudios científicos o con evidencia científica escasa.
- Demonización o ensalzamiento de un alimento o grupo de alimentos específico.
- Sustitución de alimentos por batidos, barritas sustitutivas o suplementos.
- Restricciones que crean aislamiento social, impidiendo disfrutar de comidas con familiares o amigos.
Enfoque sostenible
"En lugar de optar por soluciones rápidas y peligrosas, es fundamental adoptar un enfoque saludable y sostenible para perder peso", señala Sonia Torres.
Tal y como señala la nutricionista, la pérdida de peso "no debe ser vista como un castigo u obligación", sino como un proceso de cambio de hábitos alimentarios que requiere tiempo y "debe hacernos sentir mejor".
La báscula no es el único indicador de progreso; el peso puede variar por múltiples factores como la actividad física, la retención de líquidos y cambios hormonales. "En lugar de enfocarnos únicamente en el peso, debemos buscar otros objetivos que reflejen nuestro avance, como tener más energía, mejorar el estado anímico, aumentar la autoestima, cansarnos menos, mejorar las digestiones, descansar mejor y aumentar el rendimiento deportivo", recomienda Torres.
Una dieta saludable debe ser variada y colorida, incluyendo todos los grupos de alimentos. El "Plato Saludable de Harvard" sugiere una composición balanceada: verduras y ensaladas como parte principal del plato, proteínas animales (huevos, carne roja, pollo, pescado) o vegetales (legumbres, tofu, frutos secos), y cereales integrales o tubérculos (quinoa, arroz integral, pasta integral, trigo sarraceno, mijo, pan de espelta, patata o boniato).
La fruta debe formar parte de la dieta diaria y puede consumirse en cualquier momento. La fruta de temporada aporta los mejores sabores y nutrientes. El consumo de agua es fundamental; debemos evitar refrescos (con azúcar o "light"), bebidas energéticas, zumos y alcohol. El aceite de oliva es una grasa de buena calidad que se debe usar en ensaladas y platos cocinados. Es importante evitar técnicas culinarias como fritos o rebozados, optando por salteados, wok, freidora de aire, horno, plancha, guisos, hervidos y cocción al vapor.
Los alimentos ultraprocesados, como bollería, galletas, helados, precocinados, refrescos, patatas fritas de bolsa y snacks, deben evitarse en la rutina diaria. Estos productos contienen grasas saturadas con efecto inflamatorio, harinas refinadas, azúcares y edulcorantes que pueden afectar negativamente tanto a nivel físico como emocional. "No se trata de eliminarlos por completo, sino de consumirlos ocasionalmente y en un entorno de disfrute y felicidad, no como una compensación por una mala situación", apunta la especialista.
La planificación es clave para adoptar un estilo de vida saludable. Realizar una compra adecuada y dedicar unos días puntuales a cocinar (técnica conocida como "Batch Cooking") puede facilitar la preparación de comidas saludables para toda la semana.