Dolor de gemelos

24.02.2021

Un análisis biomecánico en profundidad puede evidenciar desequilibrios que en posición estática pasan desapercibidos.

No sabes cuántas veces pasa que creemos que pisamos bien y esto nos lleva a padecer lesiones por sobrecarga. Ante problemas en las piernas debemos acudir a un podólogo que pueda analizar nuestra pisada. Un análisis biomecánico en profundidad puede evidenciar desequilibrios que en posición estática pasan desapercibidos.

El pie, con sus 28 huesos, es un engranaje perfecto que se adapta a las características morfológicas y técnicas del deportista, al terreno y a la velocidad de carrera. Su principal función es la de permitir el desplazamiento pero al mismo tiempo debe de ser capaz cuando corremos de amortiguar entre 2 y 5 veces el peso del cuerpo y de mantener el equilibrio cuando nos detenemos. Los pies peor estructurados son los que más fácilmente provocan lesiones al transmitir los impactos al resto de articulaciones en vez de absorberlos.

El talón está formado por los dos huesos más grandes del pie: el astrágalo colocado sobre el calcáneo, que trata de repartir las cargas que recibe al resto de huesos del pie tras el impacto del talón contra el suelo. En el talón es donde empiezan a producirse los movimientos de pronación o supinación que tanto afectan a la dinámica del pie.

Tratamiento

En la mayoría de los casos estos huesos basculan hacia el interior (pronación) ya que este movimiento es necesario para permitir absorber el impacto, repartir las cargas y adaptarse al terreno. Esta basculación hace que la tibia rote internamente, que la rodilla se flexione y que la cadera se desplace hacia delante teniendo repercusiones negativas en todas las articulaciones y músculos (aparecen sobrecargas en los gemelos y sóleo, periostitis, tendinitis del tibial posterior, etc.) e incluso pueden provocar molestias en la columna vertebral.

Por eso si el movimiento de pronación excede lo que se considera normal se habla de hiperpronación siendo evidente un "derrumbe" del pie hacia el interior; es en estos casos necesario, además de un calzado específico, unas plantillas que corrijan esa alteración de la pisada.

En la mayoría de los casos de pronación moderada recomiendo además de unas zapatillas que controlen la pronación (con reforzamiento de su estructura interna), colocar unas cuñas de ortopedia en la parte interna del talón. Estas cuñas estabilizan de inmediato el calcáneo permitiendo distribuir mejor las cargas al astrágalo y este a su vez al resto del pie evitando que "otras zonas" sufran las tensiones generadas. Además de este truco recomiendo probar las medias de compresión pues te ayudarán a mantener tus músculos en una buena disposición, favorecerán el retorno venoso lo que repercutirá positivamente en la recuperación de las molestias por sobrecarga.