Así combate las infecciones nuestra flora intestinal, según la ciencia
Los microbios que habitan de manera natural en el interior de nuestro cuerpo y resultan beneficiosos compiten con los que nos dañan por los recursos, dificultando de esta manera que colonicen nuestro organismo.
El número de estudios científicos sobre la microbiota intestinal (es decir, la enorme comunidad de microorganismos que habita en el interior de nuestro intestino) se ha multiplicado en los últimos años, a medida que hemos ido descubriendo las enormes implicaciones que tiene para nuestro estado de salud.
Por ejemplo, disponíamos de algunas evidencias que indicaban que el estado de la flora intestinal se relacionaba directamente con los pronósticos de los pacientes con enfermedades infecciosas. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista especializada Science ha ahondado en esta cuestión y ha hallado algunas pistas de cómo y porqué opera este mecanismo.
Así compiten las bacterias
De manera muy simplificada, los patógenos son seres vivos que ingresan en nuestro organismo con un objetivo: sobrevivir y reproducirse. Para ello necesitan nutrientes, que en este caso obtienen de nuestro cuerpo; en cierto sentido, podemos entender las infecciones como una suerte de 'invasión' que busca apropiarse de nuestros recursos biológicos.
No obstante, los patogénicos no son los únicos microorganismos que habitan nuestro cuerpo y necesitan alimentarse; aquellos que forman parte de nuestra flora también lo hacen, pero en lugar de dañarnos nos proporcionan una serie de beneficios (por ejemplo, ayudan a descomponer los alimentos en moléculas que nuestro cuerpo puede asimilar).
Pues bien, según explican estos autores, adscritos a la Universidad de Oxford cuando una comunidad grande y diversa de bacterias intestinales beneficiosas compite por los nutrientes con un organismo patógeno, éste podría no tener acceso a suficientes recursos para reproducirse y colonizar el cuerpo. Cuantos más microbios habiten en nuestro tracto intestinal, son más los nutrientes que consumen, aumentando las probabilidades de que se produzcan 'solapamientos' con las necesidades del invasor. Cuanto mayor sea este solapamiento, mayor es la protección que recibe el huésped.
'Duelos' entre patógenos y bacterias beneficiosas
Lo novedoso de este trabajo es que se trata del primero que toma un enfoque sistemático para estudiar la competición entre patógenos y microbios específicos del huésped, con el objetivo principal de identificar especies que puedan resultar útiles en el tratamiento de infecciones.
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Para ello, llevaron a cabo experimentos in vitro en los que enfrentaron 100 cepas diferentes de bacterias de la flora intestinal humana y las enfrentaron a dos patógenos bacterianos: Klebsiella pneumoniae y Sallmonella Typhimurium. Estos dos microbios (que causan, respectivamente, neumonía e intoxicaciones alimentarias) son notables porque pueden desarrollar resistencia a los antibióticos.
De este modo, comprobaron que, a pesar de que algunas cepas eran mejores a la hora de inhibir el crecimiento de los patógenos que otras (notablemente, la mejor fue Escherichia coli, que en ciertas condiciones resulta en sí misma patogénica). Ninguna prevenía, por sí sola, la colonización completa; los resultados, no obstante, mejoraban al unir las diez mejores 'luchadoras' o al combinar 50 cepas si éstas incluían E. coli.
Una clave para terapias basadas en microbios
Pruebas posteriores en modelos animales (ratones) ofrecieron resultados similares: los investigadores colonizaron ratones libres de microbios con diversas cepas y posteriormente los expusieron a los patógenos.
A partir de estas experiencias, los investigadores concluyeron que incrementar el número de especies de la comunidad tendía a incrementar la protección ofrecida por la misma: con todo, sigue siendo crucial que ciertas especies concretas sigan estando presentes en cualquier caso.
Descubrimientos como este son importantes porque podrían abrir la puerta, en un futuro no muy lejano, al desarrollo de terapias basadas en el microbioma intestinal para el tratamiento de enfermedades infecciosas. Se trata de un enfoque que está generando un gran interés, con algunos tratamientos ya aprobados y otros en camino.